A TI
A ti
que parece que no te encuentras, a ti, que confías más en lo imaginable que en
lo real, a ti, que desprecias todo lo que te dan, a ti, que prefieres vivir
sólo para ti y nada para los demás, a ti:
Confía,
piensa, ama y lucha por sobrevivir, no por echar las culpas de todo a los que
te rodean.
No
luches contra los que te aman y contra los que dentro de sus posibilidades, te
ayudan.
No
caigas en la tentación de pensar que todos están contra ti, porque eso, lo
sentimos el resto por el otro resto.
Nadie
quiere ver hundido a nadie, pero ninguno queremos que nos vean a nosotros
mismos hundidos.
Aprender
a luchar por uno mismo, sin creer que nuestros problemas, son de otros. Sin
acusar de tu destino a los demás.
Vivir
y dejar vivir es lo más reconfortante que se pueda obtener de quien te tiene
cerca. Comprender al otro, igual que queremos que nos comprendan a nosotros. Y
no creer que todos, todos te búscan para apalearte.
La
realidad, es que siempre se ha intentado llevarte por los mejores momentos y caminos
que nos puede ofrecer ésta vida, y tú, solo has querido revolverte y encararte
con los que te quieren.
Lástima,
que nunca hayas comprendido nada, alabado nada, ni agradecido nada.
La
persona que se cree el centro del reino y no se acerca a los que le rodean,
está tremendamente abocada a la soledad, impuesta por ella misma.
Ésa
soledad que ofrece a los que están a su lado por obligación o deseo y que su
generosidad, les ha llevado al hundimiento moral.
Sobrevive
como puedas y abraza a los que te quieren, aunque no lo creas, te
reconfortará.