domingo, 19 de abril de 2015

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A TI

 

A ti que parece que no te encuentras, a ti, que confías más en lo imaginable que en lo real, a ti, que desprecias todo lo que te dan, a ti, que prefieres vivir sólo para ti y nada para los demás, a ti:

 

Confía, piensa, ama y lucha por sobrevivir, no por echar las culpas de todo a los que te rodean.

 

No luches contra los que te aman y contra los que dentro de sus posibilidades, te ayudan.

No caigas en la tentación de pensar que todos están contra ti, porque eso, lo sentimos el resto por el otro resto.

Nadie quiere ver hundido a nadie, pero ninguno queremos que nos vean a nosotros mismos hundidos.

Aprender a luchar por uno mismo, sin creer que nuestros problemas, son de otros. Sin acusar de tu destino a los demás.

Vivir y dejar vivir es lo más reconfortante que se pueda obtener de quien te tiene cerca. Comprender al otro, igual que queremos que nos comprendan a nosotros. Y no creer que todos, todos te búscan para apalearte.

La realidad, es que siempre se ha intentado llevarte por los mejores momentos y caminos que nos puede ofrecer ésta vida, y tú, solo has querido revolverte y encararte con los que te quieren.

Lástima, que nunca hayas comprendido nada, alabado nada, ni agradecido nada.

La persona que se cree el centro del reino y no se acerca a los que le rodean, está tremendamente abocada a la soledad, impuesta por ella misma.

Ésa soledad que ofrece a los que están a su lado por obligación o deseo y que su generosidad, les ha llevado al hundimiento moral.

 

Sobrevive como puedas y abraza a los que te quieren, aunque no lo creas, te

reconfortará.